Los agentes de la Policía Municipal de Chicoloapan rescataron a más de 200 migrantes de diversos países latinoamericanos y asiáticos que habían sido abandonados en una bodega en esa localidad del Estado de México. El rescate fue posible gracias a una denuncia ciudadana que alertó a las autoridades sobre la presencia de un gran número de personas en un inmueble en el barrio Santa Cecilia.
Tras recibir la alerta, los miembros de seguridad pública se dirigieron al lugar y encontraron a 208 individuos que habían sido dejados por traficantes de personas en el mencionado predio. Según informaron las autoridades municipales, el aseguramiento se llevó a cabo durante la madrugada, luego de que un vecino notificara a la corporación local sobre la llegada de varios camiones cargados con personas que se dirigieron hacia la bodega.
Los policías municipales llegaron al sitio y encontraron a los migrantes, quienes aparentemente habían sido abandonados con la intención de ser trasladados a la frontera del país.
En el sitio fueron localizados 208 personas, de los cuales 10 son menores, 28 mujeres y 170 hombres de Egipto, Cuba, India, Palestina, Nepal, Venezuela Honduras, Guatemala, Ecuador, Afganistán, Siria, Irán y República Dominicana.
Varios de los migrantes proceden de Palestina que escaparon de la guerra que sostiene su país con Israel desde hace varios meses. Su intención, como la mayoría de ellos es llegar a Estados Unidos.
Los migrantes fueron trasladados a las instalaciones del DIF de Chicoloapan, donde recibieron alimentación y atención médica, en tanto las autoridades federales determinan su situación legal, informó la presidenta Nancy Gómez.
El gobierno municipal urgió a las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) trasladar a los migrantes para que continúen recibiendo asistencia y se resuelva su situación legal.
El 5 de septiembre del año pasado, también en Chicoloapan fueron rescatados por policías municipales 103 personas provenientes de países centroamericanos, entre ellos varios menores de edad, que viajaban a bordo de un tractocamión sobre la carretera federal México-Texcoco, a la altura del Barrio San Vicente.
La mayoría de las personas que iban a bordo de la caja de un tráiler eran originarios de Honduras y Guatemala y pretendían llegar hasta la frontera norte del país para luego intentar cruzar de manera ilegal a Estados Unidos.
Los policías detectaron que el operador del tractocamión iba a exceso de velocidad, por lo que lo detuvieron y al preguntarle qué llevaba en la caja reconoció que transportaba a migrantes.
