El puerto de Tiksi, ubicado en la remota república de Sajá (Yakutia), en Rusia, registró una temperatura extrema de -56 grados Celsius, posicionándose como el punto más frío del planeta en ese momento.
El registro, considerado excepcional incluso para una de las regiones más gélidas del mundo, ocurrió en medio de una intensa tormenta de nieve que ha provocado el cierre de escuelas, afectaciones en el transporte y severas dificultades para la movilidad de la población local.

Autoridades meteorológicas de la zona advirtieron que las condiciones climáticas podrían empeorar en los próximos días, con temperaturas que podrían descender hasta los -60 °C, lo que incrementa el riesgo para la salud y la seguridad de los habitantes.
Yakutia es conocida por albergar algunos de los asentamientos humanos más fríos del planeta; sin embargo, este nuevo registro vuelve a encender las alertas por los eventos climáticos extremos y sus impactos en comunidades que, pese a su adaptación histórica al frío, enfrentan condiciones cada vez más severas.

























