Toluca, Méx., 29 de julio de 2025. – Migrantes mexiquenses que residen en California viven bajo una creciente presión derivada de redadas migratorias, hostigamiento y violaciones a sus derechos, situación que ha generado un ambiente de encierro, temor y precariedad entre la comunidad latina.

“Las redadas siguen, los maltratos siguen y la violación de lo que pensamos que son derechos constitucionales continúa”, afirmó un representante de la comunidad, quien denunció que las acciones migratorias parecen tener como blanco a los latinos no por antecedentes criminales, sino por su color de piel y origen étnico.
Organizaciones comunitarias y gobiernos locales han reaccionado para mitigar los efectos de esta crisis. De acuerdo con el activista Infanzón, algunas ciudades en California han destinado recursos para garantizar el acceso a alimentos y servicios legales para quienes, por temor, han optado por no salir ni siquiera a comprar lo esencial.
“Se han organizado redes de apoyo para llevar víveres a familias que no tienen otra alternativa más que esperar a que alguien toque su puerta”, explicó. Además, se han intensificado campañas de información sobre derechos legales y asesoría en caso de detención.
La situación también ha repercutido en el Estado de México, donde familias con parientes en Estados Unidos viven con preocupación constante y resentimiento por el trato que reciben sus seres queridos al otro lado de la frontera. Esta problemática pone en evidencia la urgencia de reforzar las redes consulares y los mecanismos de apoyo transnacional para salvaguardar los derechos y la integridad de los migrantes mexiquenses.