La intensa lluvia que cayó el sábado 27 de septiembre en la Ciudad de México superó todas las predicciones, según palabras de la jefa de Gobierno, Clara Brugada, y dejó estragos en al menos cinco alcaldías, siendo Iztapalapa la más afectada. 

En dicha demarcación se registraron lluvias extraordinarias: 90.75 mm en la estación Rebombeo-La Quebradora; 76.40 mm en Lomas de Zaragoza; 73.75 mm en Ejército de Oriente; y 60.5 mm en la estación Cárcel de Mujeres.  Otras alcaldías como Tláhuac y Venustiano Carranza también reportaron cifras considerables: hasta 62 mm en San José (Tláhuac) y 69 mm en Churubusco Lago (Venustiano Carranza). 

Brugada explicó que el volumen total de la lluvia acumulada equivalió a más de 30 millones de metros cúbicos de agua —más de 12 mil albercas olímpicas—, y que en la capital se generaron más de 19.1 millones de metros cúbicos solo durante la noche del fenómeno. 

Hasta la medianoche del 27 de septiembre, las autoridades estimaron que 293 viviendas resultaron inundadas. También se reportaron 10 árboles y 2 postes colapsados.  Vehículos quedaron atrapados bajo el agua en vialidades, se registraron 68 encharcamientos, y varios servicios de transporte público, incluido el Metro y el Cablebús, se vieron afectados. 

En Santa María Atzahuacán, en Iztapalapa, el vaso regulador de La Quebradora se desbordó, causando inundaciones en viviendas, autos bajo el agua y evacuaciones en la zona. 

Para atender la emergencia, participaron cuerpos de Bomberos, Protección Civil, la Secretaría de Obras y Servicios, Seguridad Ciudadana, y SEGIAGUA, entre otros.  En total, más de 90 bomberos y 156 elementos de SEGIAGUA se sumaron a las labores de desalojo de agua y apoyo a los afectados. 

Aunque aún no se tiene un reporte completo del número de personas afectadas, el gobierno capitalino trabaja en un censo para dimensionar el alcance de los daños.