Toluca, Méx., 6 de junio de 2025. – Aunque los esteroides anabólicos son ampliamente utilizados en el ámbito deportivo para mejorar el rendimiento y la apariencia física, su uso indebido representa un serio problema de salud pública, advierten investigadores de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) en su más reciente publicación en la Revista Universitaria.
Yareli Itzel Fragoso Salvatierra y Esteban Jaime Camacho Ruiz, académicos del Centro Universitario UAEM Nezahualcóyotl, advierten en su artículo “Consumo de esteroides anabólicos: riesgos y consecuencias” que estas sustancias, derivadas de la testosterona, pueden generar severos daños físicos y psicológicos, sobre todo en personas jóvenes que acceden a ellas sin supervisión médica.

De acuerdo con datos del INEGI, el 71% de la población activa en México entrena en gimnasios, lo que incrementa el riesgo de exposición a recomendaciones no profesionales sobre el uso de esteroides. En muchos casos, estas sustancias son consumidas por sugerencia de amigos, entrenadores o influencers en redes sociales, sin una evaluación adecuada de salud.
“El uso de esteroides no supervisado puede desencadenar efectos secundarios que van desde acné y daño hepático, hasta problemas cardiovasculares y renales. En los hombres se observa una disminución en el tamaño de los genitales, mientras que en las mujeres puede haber cambios hormonales como alteraciones en la voz, el crecimiento de vello corporal o irregularidades menstruales”, explican los autores.
A nivel psicológico, el abuso de estas sustancias también puede derivar en conductas agresivas, ansiedad y depresión. Además, los riesgos se agravan si se exceden las dosis recomendadas —generalmente de 100 mg— o si los productos no especifican claramente su composición.
Pese a que existen regulaciones deportivas internacionales para controlar el dopaje, los investigadores de la UAEMéx consideran urgente que se difunda más información sobre los riesgos del uso de esteroides y que se fomente la asesoría con médicos, nutriólogos, psicólogos y especialistas del deporte.
“La clave está en fomentar prácticas deportivas informadas y responsables que prioricen la salud por encima de los resultados rápidos”, concluyen.
El artículo completo puede consultarse en: https://revistauniversitaria.uaemex.mx/article/view/26321/19166