Este jueves 8 de mayo, la Capilla Sixtina volvió a ser el centro de atención del mundo al anunciarse, mediante el tradicional humo blanco, la elección del nuevo Papa. Tras dos rondas de votación sin consenso, la tercera fue decisiva: los cardenales reunidos en cónclave eligieron al estadounidense Robert Prevost como el nuevo líder de la Iglesia Católica.
El nuevo pontífice ha elegido el nombre de León XIV, un guiño simbólico al legado de León XIII, recordado por su compromiso con la justicia social y los derechos laborales.
Prevost, quien se desempeñaba como Arzobispo de Chicago, es conocido por su liderazgo pastoral, su impulso al diálogo interreligioso y su visión moderna sobre los retos que enfrenta la Iglesia en un mundo globalizado.
La elección de un Papa estadounidense marca un momento histórico para la Iglesia y plantea nuevas expectativas en torno al rumbo que tomará bajo su liderazgo.
Desde lo alto de la Capilla Sixtina se alza el humo blanco que anuncia al mundo una noticia histórica: la Iglesia Católica ya tiene nuevo Papa. Tras la deliberación del cónclave, se ha elegido al sucesor de Francisco, marcando el inicio de una nueva etapa para el Vaticano y millones de fieles alrededor del planeta
