El diputado local morenista, Gerardo Pliego Santana, pidió eliminar la corrupción de raíz pues afecta a la sociedad y genera pérdidas millonarias en el país.
El legislador llamó a iniciar las buenas prácticas desde casa, al exhortar a las y los diputados a renovar su compromiso con la integridad.
Afirmó que la lucha contra la corrupción no es una bandera partidista, sino un mandato moral, que debe prevalecer por encima de cualquier circunstancia.
Pliego Santana en su calidad de presidente de la Comisión de Combate a la Corrupción, de la LXII Legislatura mexiquense, conminó a las y los legisladores del Congreso local para levantar la voz y actuar con decisión, ética y responsabilidad, pues aseguró que la lucha contra la corrupción no es un tema político y menos de partido, es un compromiso moral alineado a la justicia.
En el marco del Día Internacional contra la Corrupción, conmemorado el 9 de noviembre, Gerardo Pliego, subrayó que, si realmente se quiere un estado más justo, próspero y seguro, se debe poner fin a la opacidad, al desvío de recursos y a la impunidad.
Apuntó que la bancada de Morena ha demostrado con hechos que la lucha por la transparencia y la rendición de cuentas es inquebrantable; pues, mediante iniciativas legislativas, han impulsado medidas para garantizar que cada peso del presupuesto se utilice para mejorar la vida de la población.
Admitió que para que estos esfuerzos sean exitosos son necesarios procesos exhaustivos de fiscalización y control, así como que la justicia actúe con firmeza frente a quienes se han aprovechado del poder para beneficio personal.
“Nadie puede estar por encima de la ley, no podemos permitir que la impunidad siga reinando en nuestra entidad”, recalcó.
Así, compartió que la administración estatal, encabezada por la gobernadora Delfina Gómez Álvarez, se rige por la honestidad, el trabajo incansable y la firmeza para erradicar la corrupción.
En consecuencia, dijo que es inadmisible que se luche contra este flagelo puesto que debe ser una conducta permanente, sin embargo hay quien no lo entiende de esa manera y por ello es necesario fortalecer los mecanismos de control.
La corrupción en el Estado de México tiene efectos significativos en diversos ámbitos, entre los que destacan la desviación de recursos, donde el dinero destinado a obras públicas, servicios y programas sociales se desvía hacia bolsillos particulares, lo que impide el desarrollo de infraestructura y la mejora de la calidad de vida.
También genera desinversion ante la desconfianza en los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, lo que frena la creación de empleos y el crecimiento económico, al igual que aumenta la desigualdad, ya que los beneficios de la corrupción se concentran en unos pocos, mientras que la mayoría de la población se ve afectada por la falta de servicios básicos y oportunidades.