Ciudad del Vaticano | 9 de mayo de 2025
A menos de 24 horas de su elección, el recién nombrado Papa León XIV ofició este viernes su primera misa en la Capilla Sixtina, enviando un mensaje contundente al mundo: la fe no debe ser sustituida por el dinero, el poder o el placer.
El pontífice, de 69 años, nacido en Estados Unidos y nacionalizado peruano, es el segundo Papa de origen americano, tras Francisco. Su elección marca un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica, no solo por su procedencia y perfil pastoral, sino por la profunda carga simbólica que trae consigo su nombre: León, una clara referencia a León XIII, conocido por su doctrina social.
Durante su homilía, León XIV criticó abiertamente la tendencia global de anteponer tecnologías, éxitos mundanos y placeres efímeros a los valores espirituales. Habló de una Iglesia que debe ser “arca de salvación” y faro en medio de las noches del mundo. También advirtió contra la reducción de la figura de Jesús a la de un simple líder carismático, en un claro llamado a no diluir el mensaje central del cristianismo.
A diferencia de su predecesor, León XIV mostró mayor formalidad litúrgica al vestir la estola papal durante su presentación ante los fieles en la Plaza de San Pedro, aunque, al igual que Francisco, optó por zapatos negros en lugar de los tradicionales rojos.
El nuevo Papa asume un pontificado en medio de profundos desafíos: la crisis de abusos clericales, la disminución de vocaciones religiosas, el debate sobre el rol de las mujeres en la Iglesia, los conflictos armados, el avance del populismo y la emergencia climática.
León XIV fue elegido por el cónclave más diverso y numeroso en la historia de la Iglesia, compuesto por 133 cardenales electores de más de 70 países. Su elección fue recibida con entusiasmo por líderes internacionales, incluyendo mensajes de felicitación desde Estados Unidos, América Latina, Europa del Este y Asia.
En su primer discurso tras ser elegido, el Papa hizo un llamado global a la paz, al diálogo y a la unidad. “Construyamos puentes, sin miedo, tomados de la mano de Dios y unos de otros”, expresó.
Los próximos días serán clave para marcar el rumbo de su pontificado. Este domingo impartirá su primera bendición Regina Coeli desde el balcón de la Basílica de San Pedro, y en los próximos días se espera su entronización oficial frente a líderes políticos y religiosos del mundo.
Con una marcada vocación pastoral, experiencia misionera en Perú y fama de moderado, León XIV llega al trono de San Pedro como una figura de transición entre tradición y renovación, con una clara intención de dejar una huella social en el mundo.