China.— Lo que debía ser una competencia de buceo en aguas heladas se convirtió en una escena de emergencia que dejó atónitos a participantes y organizadores. La apneísta Yang Yun vivió momentos críticos cuando, durante su descenso, un fuerte calambre inmovilizó sus piernas, dejándola atrapada bajo el agua e incapaz de salir por sus propios medios.
Cuando la situación parecía irreparable, ocurrió un acto tan inesperado como extraordinario: Mila, una beluga que formaba parte del entorno de la competencia, nadó directamente hacia la atleta y, con sorprendente delicadeza, la empujó hasta la superficie, permitiéndole respirar nuevamente.
De acuerdo con los organizadores, la beluga percibió el peligro incluso antes que el personal de seguridad, reaccionando con una sensibilidad y precisión que evitaron una tragedia. Su rápido actuar convirtió a Mila en la heroína de una historia que ha dado la vuelta al mundo.
El suceso no solo salvó una vida, sino que también recordó la profunda conexión que puede existir entre los seres humanos y otras especies, una relación capaz de generar momentos verdaderamente milagrosos.